domingo, 31 de agosto de 2025

OVNIS EN LA ANTÁRTIDA, EN TRANCAS, EN ESQUINA… Grandes temas de conversación en el Café Ufológico RIO54




Expone Mario Lupo ante los presentes en la mesa de RIO54.

Fue muy atrapante la charla del Café Ufológico RIO54 realizada el 3 de julio y como siempre pasa en estos encuentros sin agenda previa, diversos apasionantes temas se fueron sucediendo a lo largo de la reunión.


Participaron Carlos Gamboa, Luis Vidal Costa, Silvina Sampayo, Hugo Sampayo, Javier Stagnaro, Rubén Calabrese, Daniela Salinas, Daniel Alessandro, Karina López, Nannina Stagnetto, Roberto Heitzmann, Carolina, Fernando Lefevre, Federico Ceriani, Laura, Carlos Spinelli, Luis Serrano y Luis Baynham, con la habitual coordinación de Mario Lupo y Rubén Morales.


Rubén Morales destacó que casualmente -o causalmente- justo en ese día 3 de julio se cumplían 60 años de las famosas observaciones de ovnis realizadas desde las bases antárticas de las Islas Orcadas y Decepción, a raíz de las cuales las fuerzas armadas de dos países -Argentina y Chile- emitieron sendos comunicados oficiales reconociendo la existencia de los ovnis, un hecho inédito en la historia de la ufología.


Esos casos que tuvieron una masiva difusión a escala mundial constituyen el núcleo central del libro “Los ovnis de la Antártida” (Morales, 2ªed., 2018).


Rubén Morales muestra los diarios de julio de 1965.

Para ejemplificarlo, Rubén exhibió algunas tapas de diarios de julio de 1965, donde se podía ver que la noticia de los ovnis ocupaba la portada completa, con grandes titulares, algo inusual en la prensa argentina.


Agregó que en recordación de este 60ª aniversario publicó una nota de opinión en el diario Los Andes de Mendoza, más un extenso artículo en la revista Ovni Pesquisa de Brasil que contó con la revisión académica del bachiller en archivología Rodrigo Moura Visoni.


Además se organizó un programa en el canal Demonios de Carlos Iurchuk con la participación del estudioso chileno Dr. Sergio Sánchez Rodríguez en el cual se entrevistó en directo a uno de los testigos del avistamiento realizado en la Isla Decepción el 3 de julio de 1965, el Sr. Waldo Olivera, que en aquel tiempo era suboficial radiotelegrafista de la Armada Argentina. Fue muy emocionante escuchar su relato sobre lo que vio, ¡ya que era la primera vez que hablaba públicamente sobre el tema en 60 años! 


Varios participantes de la reunión en RIO54 recordaron que en el oeste de la  Isla Decepción hay un cerro denominado Champaquí y otro llamado Uritorco, lo cual seguramente indica que en décadas pasadas hubo algún cordobés de las sierras bautizando cerros en la Antártida, mucho antes de que el Uritorco de Capilla del Monte y la Isla Decepción de la Antártida se relacionaran popularmente con los avistamientos de ovnis.


Cabe destacar que solo dos días antes de estos casos antárticos, en la mañana del 1º de julio de 1965 tuvo lugar uno de los avistamientos de ovnis más notables de Francia, el encuentro cercano de Valensole, ocurrido cuando el agricultor Maurice Masse encontró posado sobre sus campos de lavanda un objeto ovoide  del cual salieron dos seres de baja estatura, según declaró luego a la policía, tema sobre el cual actualmente se está exhibiendo en Francia un filme documental, que esperemos pueda ser proyectado pronto en nuestro país.


Al evocar esta secuencia de historias, Mario Lupo reflexionó que el Café Ufológico RIO54, a diferencia de otras propuestas sobre el tema ovni, es un espacio que nos permite pensar, y pensar de manera mancomunada, en grupo, porque crear es asociar ideas y esta asociación nos permite generar nuevas ideas propias, que a veces son transgresoras…


La asociación de ideas no se hizo esperar, luego de haber mencionado al cerro Uritorco y la creación de topónimos, surgió la pregunta de cómo se originó la palabra ERKS ¿quien la difundió por primera vez? ¿realmente es la sigla de “Encuentro de Remanentes Kósmicos Siderales” como señalaba el Dr. Guillermo Terrera? Porque suena raro que se trate de unas iniciales del idioma español, en tanto el llamado “portero de Erks” Angel Cristo Acoglanis decía que los habitantes intraterrenos hablaban un idioma llamado “irdin”.


Es que el ejercicio de pensar de manera mancomunada, como bien resumía Mario, lleva a plantear este tipo de contradicciones y dudas que buscan nuevas respuestas, a diferencia de los dogmas de fe que aceptan todo por revelación incuestionable.


A continuación Carlos Gamboa, originario de Venezuela y activo impulsor de los movimientos contactistas, expresó que la humanidad actual formaría parte de un proyecto antropológico y sociológico desarrollado por extraterrestres hace millones de años. Esos extraterrestres se asentaron en la Antártida para organizar su tarea, hasta que un gran meteorito causó una catástrofe global y estos seres debieron abandonar precipitadamente el planeta dejando sus instalaciones abandonadas, de modo que esas ruinas podrían emerger a la superficie si el cambio climático derrite los hielos.


Silvina Sampayo manifestó que está viviendo en la bella localidad de Villa Giardino, Pcia. de Córdoba, y que allí suele ser habitual la observación de luces extrañas, experiencias de contacto y otros fenómenos, de los cuales también ha participado.


Roberto Heitzmann y Nannina Stagnetto.

Roberto y Nannina comentaron tener gente amiga en Trancas (Pcia. de Tucumán) donde el 21 de octubre de 1963 se produjo un avistamiento de ovnis que tuvo repercusión mundial.


Manifestaron que actualmente Trancas se ha convertido en una villa turística y sus pobladores tienen opiniones divididas acerca de lo que sucedió aquella noche de 1963. El debate se trasladó a la mesa de RIO54, con participaciones de Lefevre, Lupo, Stagnaro, Baynham y otros, que aportaron datos sobre las diversas investigaciones realizadas. Morales, por su parte, lamentó que se hubiera priorizado un solo testimonio y nunca se hubiera entrevistado a la empleada doméstica Dora Martina Guzmán, quien había sido una testigo clave de esa observación. "La falacia de que hay un 'testigo principal' y que los otros son 'secundarios', es muy común en la ufología" -señaló.


Javier Stagnaro y los estudios realizados desde el CITEFA


Mario Lupo añadió que hay versiones actuales sobre la observación de luces nocturnas que recorren los arroyos cercanos a Trancas y localidades vecinas.


Luego Javier Stagnaro se refirió a una investigación en la que participó cuando integraba una comisión ovni semioficial que dependía del Ministerio de Defensa y operaba desde la sede del CITEFA, el centro tecnológico de las Fuerzas Armadas localizado en Villa Martelli.


El grupo se formó a raíz de una reunión entre el espeleólogo Julio Goyén Aguado y el comodoro Juan Carlos Mascietti, quien quedó formalmente al mando. El capitán Daniel Perissé fue anexado a la conducción por su amplia trayectoria ufológica.


Se sumaron también Luis Moroni y Asdrúbal Acosta, quienes al igual que Goyén desempeñaban tareas en la Aduana de Buenos Aires. Fueron miembros de esta comisión otros civiles como Carlos Demaría, Rubén Romano y se completó el equipo con varios científicos del plantel estable de CITEFA.


El debut investigativo fue en 1991 en la estancia La Pepita de Victoria (Pcia. de Entre Ríos), perteneciente a la familia Basaldúa. Luego se sucedieron diversas investigaciones de campo en varias provincias argentinas donde se habían reportado ovnis.


En el año 1994, Goyén Aguado le pidió a Javier Stagnaro que se integre porque varios miembros habían dejado de pertenecer al grupo, a causa de motivos diversos.


Ya dentro de la comisión “semioficial” (se la menciona así porque en su tiempo se evitó todo lo posible hacer pública la existencia de esta entidad), Javier se interesó vivamente por unas observaciones sucedidas en la ciudad de Esquina (Pcia. de Corrientes) en 1995 que se prolongaron por una semana, con numerosos testigos y efectos en el suelo.


Los hechos más impactantes se produjeron en un establecimiento de campo perteneciente al Sr. Alfredo Mendoza y su familia.


Amistad, charlas y libros, siempre en las reuniones de RIO54.

Todo empezó con el avistamiento de un gran objeto tubular blanco azulado estacionario a unos 150 metros de altura, junto al cual había un foco de luz naranja que empezó a descender hasta quedar suspendido frente a la vivienda. Visto de cerca, se trataba de un plato metálico plateado de unos 25 metros de diámetro, con unas luces de colores a modo de arco iris.


El objeto empezó a moverse a ras del suelo hacia atrás de la casa, en dirección al espejo de agua de la Laguna Mansa.


Los testigos resolvieron perseguirlo, comprobando que dejaba a su paso marcas circulares de pasto chamuscado (quedaron más de 30) y emitía un fuerte calor, como un “caño de escape” que impedía acercarse mucho. "Es uno de los pocos casos en que los testigos vieron directamente cómo se producían las marcas en el suelo" -subrayó Javier.


Poco después se posicionó sobre un aromo, quemándolo parcialmente, antes de elevarse finalmente hacia el cielo.


En las siguientes noches, diversos vecinos volvieron a ver fenómenos luminosos, sobre todo continuó la reaparición del objeto tubular antes citado.


Especialistas en diversas áreas de la comisión del CITEFA relevaron el lugar y entrevistaron a los testigos, conservándose algunos videos con las declaraciones de los mismos.


Sí, lo dicho es solo parte de lo charlado en la reunión del Café Ufológico RIO54 de julio. Y no es poco lo que se dijo, vea…


Hasta el próximo encuentro amigos y amigas!