domingo, 25 de febrero de 2024

Café Ufológico RIO54 de febrero: “SIEMPRE HAY QUE ESTAR PREPARADO PARA LO IMPOSIBLE”


El jueves 1° de febrero el Café Ufológico RIO54 volvió a reunirse en el patio descubierto de la pizzería La Guitarrita, situada en Av. La Plata 225, a 2 cuadras de la Av. Rivadavia y de la estación Río de Janeiro de la línea “A” de subterráneos.


Debido a la ausencia vacacional del co-coordinador Rubén Morales en la ciudad de Capilla del Monte, la coordinación estuvo a cargo de Mario Lupo que llegó, con denodada responsabilidad, una hora antes del comienzo oficial de las 18:30, sufriendo el acoso de inquietantes preguntas ufológicas por los primeros concurrentes en arribar.


En esta oportunidad compartieron la charla en las mesas del Café Ufológico RIO54 Luis Baynham, Karina López, Mariano Lioy, Daniel Tassat, Lali Alvarez, Gustavo Ibáñez, Alejandro Merel, Javier Stagnaro, Patricia Paillasse, Carlos Spinelli, Sebastián Araya, Hugo Sampayo, Estela González, Virina Griffith y Carlos Trejo.


Fue el primer encuentro presencial de 2024, ya que la reunión de enero se desarrolló de manera virtual para dar continuidad en período de vacaciones a las reuniones mensuales sucesivas iniciadas en el año 2010.


Carlos Trejo, Estela González, Virina Griffith, Hugo Sampayo 

En principio se le dio la bienvenida a Virina Griffith, quien participó por primera vez en nuestras reuniones, luego Karina se refirió a su reciente visita a la Isla Martín García y su nocturna caminata hacia el cementerio de desasosegadas lápidas inquietas, entre el zumbido del viento y los ecos de posibles pisadas. Mario añadió que hay un pista de aterrizaje del otro lado e la isla, en la llamada Zona Intangible, custodiada por Prefectura.



Daniel Tassat y sus reflexiones

Daniel preguntó a Karina si su experiencia podría clasificarse como trascendental. La respuesta fue que la de esa noche no, pero a la siguiente, pasando las lomas tras el cementerio, observó una luz que titiló tres veces y se desplazó a la derecha y hacia arriba.


Esa descripción hizo recordar a los trabajos académicos de Diego Escolar y su documento de reconocimiento mundial, escrito en el año 2012 sobre sus experiencias con “luces malas” en el campo (IANIGLA: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - Universidad Nacional de Cuyo).

Habla Karina López, Mariano Lioy detrás


La sabia voz de Luis colacionó: “siempre hay que estar preparado para lo que parece imposible”, regalándonos el mejor título para el presente resumen.


Daniel continuó: “yo había visto el blog de Río54 y me interesó sobre todo, conocer en persona a los participantes, dado que descubro que la mayoría, sino todos los relatos tienen una naturaleza emocional; a mí, en particular, me interesa la vivencia personal pero sin intentar descartar el contexto emocional, tamizando el relato para ver qué queda.”


Suele denominarse “wishful thinking” (pensamiento ilusorio) a la formación de ideas, creencias, que motivan a tomar decisiones en función de lo que se cree, de lo que se imagina puede generar felicidad, en vez de apelar a la evidencia, la racionalidad o la realidad. Y no necesariamente este proceso conduce a malas decisiones, por caso, hay personas que llevadas por sus creencias compraron terrenos en determinadas “zonas mágicas” y su inversión se convirtió con el tiempo en un brillante negocio inmobiliario.

Lali Alvarez y Gustavo Ibáñez.


Mario reafirmó que toda experiencia extraordinaria contiene una gran componente emocional que suele ser compartida por quienes escuchan el relato. De hecho, se apoyó en una frase comúnmente utilizada por los partícipes de estas experiencias shockeantes: “es como si hubiese estado en un sueño” y concluyó que “puede hablarse de un alto porcentaje emocional en los episodios ufológicos”.


Este análisis paradojal merecía un silencio reflexivo, la brisa de la tarde refrescaba a los participantes al fin de esa calurosa jornada, mientras desde los balcones de los edificios linderos, algún que otro vecino indiscreto intentaba escuchar los diálogos de aquel singular grupo.


El valioso silencio introspectivo fue roto cuando alguien comentó que el astrofísico estadounidense Joseph Allen Hynek definía la Alta Extrañeza como “una medida de rareza sobre determinados hechos reportados en los casos ovni, cada uno de los cuales es difícil de explicar en términos del sentido común” y que más tarde su discípulo Jacques Vallée, recogió el guante y como buen informático asoció ambos temas: “los avistamientos de Alta Extrañeza son los que proveen mayor cantidad de información, pero el testigo de estas observaciones solo los reportará a una persona en quien confíe, dado que su probabilidad de ocurrencia es tan baja que lo creerán desquiciado.”


Por fortuna, Karina retomó el diálogo para anclarlo a la realidad común y comentó que para visitar la isla en cuestión se sale en catamarán desde el Puerto de Tigre, y añadió que el pan dulce que se hace en la isla es exquisito. 


Posteriormente, en respuesta a ciertas preguntas planteadas, Javier Stagnaro hizo un repaso histórico acerca del auge de los grupos de contacto en la Argentina en tiempos de la New Age, sobre todo bajo la fuerte influencia del grupo RAHMA de Perú que crearon Sixto Paz Wells y sus hermanos en 1974.


Hacia 1985 surgieron, entre otros, los grupos FUPEC de Dante Franch y ALFA de Francisco Checchi, cuyas actividades fueron ampliamente difundidas por la prensa de la época, incluidos los almuerzos de Mirtha Legrand.


En líneas generales, estos grupos compartían un ideario catastrofista acerca del inminente fin de los tiempos con devastadoras inundaciones, luego de las cuales intervendrían los extraterrestres organizando una “gran evacuación mundial” para la salvación de los elegidos. Este escenario milenarista actualmente puede parecer inverosímil, irreal, improbable. Sin embargo, en aquellos años diversos autores esotéricos promovían la idea de que el fin del mundo estaba a la vuelta de la esquina, lo que implicaba realizar un cambio de vida para prepararse interiormente al llegar el día de “la gran evacuación”. Javier resaltó que, lamentablemente, en algunos países hubo grupos contactistas con posturas extremas que derivaron en  movimientos sectarios, incluso con suicidios masivos.



Como siempre expresamos en estos resúmenes, estos candentes tópicos fueron solo una parte de lo charlado en este nuevo encuentro del Café Ufológico RIO54.


Con su habitual buen criterio, Mario Lupo desarrolló el concepto de que el Café Ufológico es una instancia superadora de comunicación ufológica: 


“El Café Ufológico no es un “grupo”, es un “espacio”, una revista abierta donde todos los temas son bienvenidos y cada persona que comenta algo es dar una vuelta de página.”


Y con estas premisas, nos vemos en la próxima reunión del primer jueves de marzo, para llenar de contenido las páginas en blanco de una nueva revista imaginaria, hasta entonces!