domingo, 13 de diciembre de 2020

Exclusivo de RIO54: UNA LUZ NO IDENTIFICADA SOBRE LA ESCUELA DE SUBOFICIALES DE LA FUERZA AEREA DE CORDOBA

Hay quienes pontifican que en las Fuerzas Armadas nadie ve ovnis, que los ovnis son apenas un asunto de gente distraída o fantasiosa que se confunde con fenómenos atmosféricos vulgares. Nada más alejado de la verdad, en la historia reciente hay reportes de personal militar que merecen ser analizados. Por cierto, el temor a la descalificación o a la burla pesa fuerte en ciertos ámbitos y hace que muchas historias extraordinarias nunca salgan del círculo personal de los involucrados. Claro que hay notables excepciones, como esta colorida anécdota difundida en un reciente libro del Círculo de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina. (Gracias Alejandro Hernán Lois por advertirnos sobre la existencia de esta publicación).


Por: Prof. Rubén "Gurú" Morales


El libro digital “ANECDOTARIO del Concurso ’Contanos tu historia o anécdota en la Fuerza Aérea Argentina’” (Ed. Círculo de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina, 2020) es una interesantísima recopilación de apasionantes historias vividas por hombres y mujeres de la Aeronáutica, en el relato directo de sus protagonistas.

Los textos están agrupados por temas en tres capítulos: “La vida en la Fuerza Aérea”, “Recuerdos de 1982” y finalmente “Anhelos y experiencias”.

Se trata de historias reales llenas de emoción, heroísmo, humor o dramatismo, que hacen altamente recomendable la lectura completa de esta obra.


Y entre las apasionantes anécdotas, también tenemos una sobre ovnis.

El Sargento Mayor (R) Luis Horacio Bazán, en su relato titulado ¿OBJETO VOLADOR NO IDENTIFICADO, EN EL CIELO DE LA ESFA?” (página 60 del libro) comenta que hace muchos años, cuando se desempeñaba en el Escuadrón Sanidad de la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea (Córdoba), en un atardecer observó -desde las ventanas que daban al oeste- una luz más brillante que las primeras estrellas que comenzaban a aparecer en el cielo.


Sin dejar de observarla telefoneó al Puesto Comando para preguntar si alguien ya había reportado la novedad, pero obtuvo una respuesta negativa. Llamó al Soldado Camillero, quien acudió de inmediato junto a un grupo de Aspirantes que ya habían visto la luz desde la calle.

Salieron todos del edificio para observar mejor. Era una luz rojiza-amarillenta que se desplazaba de derecha a izquierda “retornando lentamente al mismo lugar” en total silencio, insólito espectáculo que el grupo contemplaba con curiosidad y nerviosismo. Espontáneamente, el Jefe de Servicio de Seguridad se sumó a la vigilia.


Allí comienza la parte más intensa del relato del S.M. Bazán: estaba a cierta altura, pero dentro del predio de la escuela, cuando de pronto, aquella luz distante comenzó a emitir pequeños destellos azulados, aumentando su tamaño y abalanzándose imprevistamente hacia nosotros sin emitir ningún sonido, generándonos una sensación de calor intenso, mientras que a mí me recorrió un escalofrío que pocas veces sentí”.


Esa súbita aproximación a los observadores los motivó a replegarse corriendo al interior del Escuadrón. Minutos después, cuando retomaron ánimo para volver a mirar por las ventanas, la luz ya no estaba.


Toda esta historia más su imperdible final merece leerse completa en el relato original del Suboficial Mayor Bazán, que añade floridos detalles sobre lo que pasó durante este “inolvidable e inexplicable evento”, como bien lo describe con sus palabras. 


Fuente consultada: ANECDOTARIO del Concurso ’Contanos tu historia o anécdota en la Fuerza Aérea Argentina. Ed. Círculo de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina, 2020.

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