Por Rubén Morales
La sociedad fue creada al constatar con desolación que cuando fallece un ufólogo, o se muda a otra casa o bien abandona el tema, los documentos a veces muy interesantes que posee desaparecen, se dispersan o son destruidos. Por ejemplo, en Francia se han perdido gran parte de los archivos de la histórica Comisión de Encuesta Ouranos, fundada en 1951, y de la legendaria revista LDLN (Lumières dans la nuit), en ambos casos por causas evitables.
La SCEAU se dedica a contactar a todas las personas y organizaciones interesadas en ovnis y temas conexos (por diversos motivos) en los países francófonos y les propone un contrato de cesión de archivos, mediante el cual el donante acuerda ceder la totalidad o parte de sus archivos en una fecha concreta o después de su fallecimiento, según su expresa voluntad y deseos.
Una vez clasificados e inventariados los documentos recibidos, la SCEAU no se queda con ellos sino que procede a distribuirlos en bibliotecas y archivos de acceso público, para salvaguardarlos en el tiempo a la vez que mantenerlos disponibles para su consulta. Así, SCEAU es un simple intermediario entre el donante y el archivo receptor, y tiene por deontología respetar estrictamente la voluntad del donante y no guardar para sí ningún documento original. Tampoco defiende hipótesis particulares sobre el tema ovni (sus integrantes sí tienen total libertad de hacerlo), de modo que todos los documentos son clasificados y guardados según un criterio bibliotecario formal, ya que por las propias características del tema resulta difícil anticipar cuales de ellos serán útiles a los investigadores del futuro, que pueden requerir materiales para estudios estadísticos, históricos, psicosociales o biográficos, por ejemplo.
Gracias a esta iniciativa ya hay miles de documentos ufológicos a disposición del público en bibliotecas y archivos de Francia y Suiza, y para conocer su localización exacta basta contactarse con SCEAU, donde llevan registro de todo.
Sería importante crear un organismo con similar formato y espíritu en la Argentina donde sólo existen aisladas donaciones de libros a bibliotecas públicas gracias a investigadores bienintencionados que obraron de manera voluntarista. Otros ufólogos han optado por ceder (o vender) sus materiales en bloque a organizaciones de otros países o a coleccionistas privados extranjeros, siendo que los archivos nacionales deberían ser primordialmente conservados en la Argentina. Como decía el gran periodista Américo Barrios ¿No le parece?...
Más información (en francés) en:
http://www.sceau-archives-ovni.org/
http://www.les-repas-ufologiques.com/le%20sceau.htm
http://www.sceau-archives-ovni.org/
http://www.les-repas-ufologiques.com/le%20sceau.htm
Me parece muy buena la idea de crear un archivo de todos los ufólogos que ya han muerto, o que decidan voluntariamente donar su material, en el caso de que abandonen su travesía, o la den por finalizada. Claro, me refiero a la Argentina. Ya hay camadas de pioneros ufológicos importantes, que -o bien ya hay muerto, o hay terminado su trabajo-. Uno de ellos, -no sé como se podria hacer el trámite- es Guillermo Roncoroni, y otro-que además de en la ufología era un gran enciclopedista en general- fue Juan Sebastian Pagano. Un abrazo!.
ResponderEliminarEs muy bueno, una idea que se debe llevar a cabo...Y no solo de ufologos sino tambien de testigos..En mi caso en mi programa radial presente dos testigos creibles del primer y tercer grado..
ResponderEliminarLas grabaciones o declaraciones escritas deben preservarse en bibliotecas aunque sea computadorizados..y asi la lista es muy pero muy larga..hay que hacer de la ufologia algo popular y no una elite.
Muchas gracias Ruben para la traducción, la adaptación y la publicación en línea de este texto.
ResponderEliminarSi usted desea más informaciones sobre el SCEAU/Archivos OVNI, no vacile en ponerse en contacto con nosotros.
Gilles Durand, secretario general del SCEAU
sceauarchivovni@yahoo.fr