Por Prof. Rubén Morales
En celebración de la Semana de la Soberanía, un
grupo de veteranos antárticos y radioaficionados se convocó en el Filo de los
Comechingones, en el límite entre Córdoba y San Luis, a 2500 m de altura, para
realizar una original experiencia: Comunicarse con la Antártida Argentina mediante
equipos de radio de ondas cortas, tal como se lo hacía cuando no habían nacido
Internet, los satélites de comunicaciones ni la telefonía celular, en los
tiempos heroicos que la radio era el único medio para tener contacto con las
familias durante el largo invierno polar.
El Ing.
Pablo “Fatiga” Justo organizó “La expedición al Filo”. Pablo fue radiotécnico del Destacamento Naval Decepción
en 1965 y lo recuerda como “el año que más disfruté en mi vida”. En la misma
base, el electricista era Antonio “El Zorro” Sedano, quien luego fue tripulante
de diversos buques antárticos como el histórico Q4 Rompehielos General San
Martín, antecesor del Irizar. Pero sin duda el más antiguo y experimentado del equipo
–aunque siempre activo y jovial- es Hugo
"El Turco" Abraham, un radiotelegrafista de 86 años, 10 de los cuales
los vivió íntegramente en la Antártida, atravesando allí todo tipo de inclemencias
desde su primer invernada en 1954.
Se alistan los equipos transceptores y el radioaficionado Alfredo Rikkers realiza el ajuste de antenas. |
La
expectativa iba in crescendo mientras se ajustaban los equipos en búsqueda de una
conexión por radio con la Antártida, a unos 5000 Km. de distancia. En el mediodía
del 23 de noviembre se logró el primer éxito al oir fuerte y clara en los
parlantes una voz que procedía del Destacamento Naval Orcadas. Gritos de
emoción y alegría resonaron en el aire serrano. Pablo Justo contestó con el
clásico “QSL” tal como lo había hecho tantas veces cuando era radiotécnico en
Decepción.
Se comunicaron desde Base Orcadas el comandante, Capitán de Corbeta Néstor Casanovas, el operador de radio Cabo Primero Gabriel Esteche y el electricista Subof. Primero Gustavo Oddo Bringas. |
Desde la
Base Orcadas, su jefe el Capitán de Corbeta Néstor Casanovas los saludó con
satisfacción: “consideramos un placer, un
honor y un privilegio establecer esta comunicación con nuestros queridos
veteranos antárticos para que nos relaten sus experiencias de los años que
estuvieron en el continente blanco, los que se han ganado su blasón de personal
antártico de la misma forma que esperamos ganarlo nosotros después de esta
invernada”. También participaron del enlace, el operador de radio de
Orcadas, Cabo Primero Gabriel Oscar Esteche y el electricista Suboficial
Primero Gustavo Rubén Oddo Bringas.
En
Comechingones, los veteranos apenas podían creer lo que sucedía y el Suboficial
Mayor Electricista Antonio Sedano tomó el micrófono muy emocionado para
recordar coloridas anécdotas, remarcó la permanencia argentina en la Antártida
desde 1904, precisamente en la base Orcadas y manifestó su encendido homenaje
al Día de la Soberanía.
El Ing. Pablo “Fatiga” Justo, fue radiotéctico del Destacamento Naval Decepción en 1965 y casi medio siglo después volvió a hablar por radio con el continente blanco. |
Luego Pablo Justo relató detalles sobre su invernada en
Isla Decepción, donde realizaban frecuentes visitas a una base inglesa y otra
chilena en un clima de gran fraternidad internacional. “Los sábados pasábamos
cine para todos y los ingleses venían con trineos tirados por perros, en cambio
los chilenos tenían motos de nieve.” Otras anécdotas tenían un tono
melodramático, “llegó un momento en que se nos acabó la carne (que no había
venido en el mejor estado) y tuvimos que comer hígado de foca con huevos de
pingüino, que es rico pero tiene un aspecto desagradable, porque por más que se
lo cocine, la clara siempre queda transparente. También comíamos notothenia, pescado
típicamente antártico, muy rico, que se pesca con el tradicional método de
cavar un agujero en el hielo como los esquimales. ¿Han comido notothenia?” –preguntó
“Fatiga”. Desde la base Orcadas le contestaron que ya no podían permitirse esos
banquetes porque las actuales leyes de protección de la fauna lo impiden y por
eso se envían guardaparques a las bases.
Luego de una
emotiva despedida con Orcadas, una nueva voz se oyó en el parlante:
“Expedición al Filo, aquí LU4ZS Base
Marambio, Antártida…”
Entonces se
inició otra comunicación de treinta intensos minutos con los miembros de la
flamante dotación 45 de la Base Marambio, el Subof. Princ. Héctor Daniel Díaz, el
Lic. Juan Carlos Benavente y el Ing. Francisco Carpitella, encargado del Pabellón Científico de la Dirección
Nacional del Antártico (DNA) en la Base. Además
el comandante Vicecomodoro Gabriel Maldonado envió un afectuoso saludo a los veteranos que tomaron esta
iniciativa. “Para nosotros como dotación antártica y para la Fuerza Aérea estas actividades
son importantes y de particular interés, y estaremos permanentemente dispuestos
a participar y promoverlas” –remarcó
Maldonado.
En base Marambio, al micrófono el Lic. Juan Carlos Benavente y el Ing. Francisco Carpitella. (Foto: Miguel Mei, SMN Marambio). |
Durante el enlace radial Filo-Marambio, y movidos por la emoción presente
en ambos grupos, se intercambiaron experiencias, memorias, anécdotas y
comentarios de color. “Para nosotros fue muy fuerte (la comunicación) -explicó el
Prof. Rubén “Gurú” Morales- y habrán notado que a los veteranos antárticos se
les trababan las palabras de la emoción. Los escuchamos muy bien, pese a estar
en un lugar abierto y ventoso”.
Posteriormente, el personal de Marambio divulgó un comunicado de
prensa donde expresa que ante “un evento tan emotivo como inusual, adhirió
institucionalmente la mayor base antártica argentina”. Añade que la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad
Nacional de Quilmes auspició este enlace radial, en tanto la coordinación de actividades
entre el grupo expedicionario en Comechingones y la Base Marambio fue realizada
por el Subof. Mayor (R) Juan C. Luján, presidente de la Fundación Marambio,
veterano antártico de la Patrulla
Soberanía, fundadora de la base Marambio en 1969.
En Marambio, el Lic. Juan Carlos Benavente, el comandante Vicecomodoro Gabriel Maldonado y el Subof. Princ. Héctor Daniel Díaz.(Foto: Miguel Mei, SMN Marambio). |
La gacetilla de Marambio concluye: “El
contacto efectuado el pasado sábado 23 de noviembre con las bases antárticas
será sin duda un suceso motivador que impulsará a los radio operadores y
radioaficionados de las bases antárticas
argentinas a realizar actividades de esta naturaleza. Esto no sólo con el
propósito estratégico de mantener la presencia argentina también en el espectro
radioeléctrico, sino además por mantener
encendido el espíritu que desde hace décadas mueve a la actividad de los
profesionales y aficionados a la radio, atraídos no sólo por la pasión técnica
y la aventura de la comunicación humana, sino también por el bien social que
constituye la actividad. En el caso de los radioaficionados, sus prácticas
adquirieron mayor relevancia durante las catástrofes, prestando el único nexo
de comunicación que persistía cuando todas las redes se caían, o la actividad
cotidiana de los radio operadores antárticos, en este caso, brindando un
servicio esencial para sostener toda la actividad de las bases. Aquella máxima
de que ‘sin comunicación no hay comando’ resume la importancia de la
actividad.” (…) “Una vez más, aquello de “la magia de la radio” volvió a
brillar y a generar entusiasmo y pasión, forjando así el amor a la patria y el
espíritu inamovible de la defensa de la soberanía.”
Información adicional: http://www.agenciasuburbana.com.ar/noticia.php?id=13494
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