CIENCIA Y TECNOLOGIA EN EL CAFE UFOLOGICO RIO54 DE JULIO

Vista parcial de la animada reunión de julio de 2014.

Una enriquecedora reunión de julio tuvimos en el Café Ufológico RIO54, con cerca de 40 participantes, incluyendo seis nuevos amigos y amigas que recibieron la bienvenida a la mesa del Café de la Subasta con lo cual, y haciendo cuentas, desde que comenzaron nuestras reuniones en 2010 hasta hoy, ya compartieron la mesa 200 diferentes personas, 200 amigos y amigas que se sumaron y a quienes mensualmente les enviamos resúmenes como éste, para que sepamos todos quienes estuvieron y de qué se habló en cada encuentro, ya que hay habitués que pueden venir religiosamente casi siempre, pero otros no tienen esa posibilidad y continúan a la distancia informados sobre lo que sucede en las reuniones del Café Ufológico RIO54 y en los cafés ufológicos que funcionan en las distintas ciudades con similar periodicidad y consecuencia.

Como sucede en todos nuestros encuentros, se dio la bienvenida a quienes llegaron por primera vez a la mesa, como Nelly Suárez y Brigitte Mohr que contaron algunas experiencias personales y además que han participado en las "Cenas Ufológicas" que organiza el amigo Alejandro Pratt con Mónica Dellacroce en Capilla del Monte. Y las luces del Uritorco son un tema reiterado que no puede faltar en ningún café ufológico, sobre lo cual María Alvarez y Silvia González aportaron lo suyo. También por primera vez vino Carlos Durán, quien expresó su interés por los ovnis desde un enfoque escéptico, y se le dio la bienvenida a nuestras reuniones que aceptan y promueven la pluralidad de líneas de pensamiento, hacia un abordaje inclusivo, holístico, abierto, del tema que nos convoca, sabiendo que pensar diferente nos hace iguales.
Alejandra Dapuero, docente, llegó a la reunión simplemente diciendo "vengo aquí con ganas de aprender", lo que también es absolutamente válido.

Páez, junto a Fandi y Markus de la Asoc. Arg. de Inventores.

Fue un gran gusto contar con la asistencia de José Raimundo Fandi, presidente de la Asociación Argentina de Inventores, con más de cien patentes en su haber, quien se suma a varios integrantes de la misma entidad que participan desde hace tiempo en nuestras reuniones, como el Ing. Isidoro Markus y la escritora Patricia Sibar. Y enhorabuena si nuestras charlas pueden ayudarlos a desarrollar nuevas creaciones, y -por que no- ¡hacer realidad el sueño del plato volador argentino!. 
Cada reunión tiene su propia impronta, en la medida que hablamos con agenda abierta y libertad de palabra. En esta oportunidad se fue dando una charla centrada en el tema de los avances (y también retrocesos) en la ciencia y la tecnología argentinas, evidenciándose los amplios conocimientos de gran parte de los participantes, que se iban complementando con cada intervención, y que van mucho más allá de lo estrictamente referido al mundillo de los ovnis. Fandi habló sobre sus múltiples indagaciones culturales en cosmología, economía, arte, ciencia, etc. y se refirió también a los prototipos de platos voladores creados por los nazis durante la Segunda Guerra, dijo que los primeros se impulsaban por hélices horizontales pero había proyectos más avanzados de propulsión electromagnética. Con ese mismo principio se desplazan algunos trenes de alta velocidad en Francia y China, apuntaron Claudio Deluca y Luis Páez. Mario Coen añadió que existe un proyecto para construir un tren que uniría Moscú con Washington. Héctor Boetto evocó la teoría de la magnetohidrodinámica desarrollada por el físico Jean-Pierre Petit en el CNRS de Francia, energía que ya estaría siendo utilizada por el avión estadounidense Aurora para reducir la fricción con el aire. Luis Páez aludió a "la campana del tiempo" creada por los nazis con el objetivo de viajar al futuro o al pasado, cuya estructura fue encontrada por los aliados después de la guerra. Además recordó que los padres de la cohetería Werner Von Braun y Hermann Oberth admitían haber recibido ayuda "del más allá" para hacer sus prototipos. Alberto Portalet llamó la atención sobre los avances logrados por Alemania en la segunda guerra, como los submarinos U-Boot cuya tecnología recién fue equiparada en la década del '60.

Avión argentino IAE-33 Pulqui II  Su primer vuelo fue en 1950.

El tema de las tecnologías que revolucionaron el siglo XX estaba instalado en la mesa de RIO54, y pronto se habló del primer avión argentino a reacción Pulqui diseñado por el Ing. Kurt Tank durante el gobierno de Perón, un avión similar al MIG 15 soviético y al F86-Sabre norteamericano. Se comentó que para impedir el desarrollo aerospacial argentino, las potencias boicotearon la venta de motores y duraluminio al país. Al respecto se abrió un encendido debate que animaron Markus, Fandi, Lupo, Morales y Héctor Boetto.  Héctor es técnico en aeronáutica y recordó especialmente a uno de sus profesores, el ccomandante brigadier Corradetti, quien manifestaba la frustración y bronca que quedó en la Fuerza Aérea cuando se vieron obligados a dejar trunco el proyecto Pulqui. Rubén Morales recordó también los precursores aviones argentinos con ala delta inventados por otro alemán, Reimar Horten, que tropezaron con la misma falta de recursos que los Pulqui, y Horten terminó haciendo un curioso transporte aéreo para frutas, el IA-38 "Naranjero", que tenía una portentosa ala delta de 32 metros impulsada por cuatro motores... a hélice, a falta de turbinas.

Montaje de un Horten IA-38 Naranjero (1960).

Tampoco tenía asiento eyectable, así que en caso de emergencia el piloto debía aflojarse el cinturón, poner el avión cabeza abajo y dejarse caer en paracaídas.
Mario Lupo contó la historia del teniente de la aviación francesa René Plantier, quien pilotando un Morane-Saulnier había visto un ovni y luego, estando destinado en Indochina, se puso a generar ideas acerca de cómo sería el sistema de propulsión de un plato volador. Pensó en un aparato capaz de generar un campo gravitatorio propio, de modo que los tripulantes no se vieran afectados por la inercia durante las altas aceleraciones y las detenciones súbitas. Este campo también generaría un vacío alrededor, capaz de disminuir la fricción y aumentar la velocidad. Javier Stagnaro aportó que ya en 1975 el investigador argentino Dr. José Alvarez López hablaba en su libro "La vida extraterrestre" sobre sus experimentos realizados en Córdoba sobre electrogravitación utilizando las fuerzas de Lorentz. Mario añadió una anécdota contada por Roberto Martínez (el pionero de la cohetería civil argentina) en una de las reuniones RIO54, acerca de que la pequeña esfera voladora experimental de Alvarez López cierta vez se salió de control y comenzó a romper todo lo que encontraba a su paso en el laboratorio. Mario y Javier también mencionaron una grúa electromagnética que hace muchos años se había instalado de manera precursora en el puerto de la ciudad de Rosario.
Entre tantos temas aeronáuticos y técnicos del siglo pasado, tomaron la palabra Silvia González, Edgardo Stekar, Alex Gómez, entre otros, para reorientar la charla hacia el tema de los ovnis y sus posibles lugares de asentamiento o recurrencia. Páez agregó con alguna resignación que "esta gente maneja otras tecnologías, domina el espacio-tiempo y pueden hacer lo que quieren ante nuestros ojos". Puso como ejemplo el caso sucedido en Bariloche en 1995 cuando, luego de haber visto al ovni, el comandante Polanco debió hacer la maniobra de evasión y frustrar el aterrizaje del Boeing 727 que pilotaba, pero al ascender se encontró de nuevo al objeto desconocido esperándolo arriba del Lago Nahuel Huapi, como si se dejara ver en una actitud intencional.
El amigo ucraniano Oleg Bakulin llamó la atención sobre la importancia de ver los casos en una perspectiva histórica y no solo separadamente. Postizzi dijo que los ovnis se mueven más en el tiempo que en el espacio, a través de portales y agujeros de gusano, que su dominio de la relatividad hace que escapen a nuestra forma de ver humana. A propósito, Diego Cantiano relató una observación personal de una esfera que se dividía en dos, momento en que tuvo una extraña sensación relacionada con el tiempo, como si el tiempo no hubiera pasado en 30 años, tuvo la idea de que "el pasado puede estar sucediendo". Lupo recordó que Heráclito hace ya 2.500 años pudo definir sabiamente al tiempo al decir "puedo bañarme en el mismo río, pero no en la misma agua". José Fandi planteó al grupo un ejercicio interesante "¿Cómo podríamos hacer para que estas conjeturas sean más sólidas?. Habitamos un planeta con diversas formas de vida. Si pudiéramos hacer un viaje hacia las estrellas más próximas ¿Que necesitaríamos prever para viajar por años en el espacio?"

Miradas atentas, y una mesa repleta de libros y revistas sobre el tema.

El desafío de José hizo que diversos integrantes de la mesa dispararan ideas, como Barroso, Morales, Stekar, Postizzi, Gomez, Lupo y Deluca, en un verdadero brainstorming de propuestas.
Estos son solo algunos apuntes sobre los numerosos temas abordados por gran parte de los participantes, en un clima de cordialidad, de aprendizaje colectivo. La charla puso en evidencia el extendido bagaje cultural que caracteriza a los estudiosos y entusiastas de los ovnis, quienes más allá del tema en sí se dedican a incursionar, a través de una formación académica o autodidacta, en muchos planos del conocimiento que van desde lo científico hasta lo esotérico, desde los avances de la física a los misterios del alma, desde la arqueología a la psicología, buscando unir el saber con un sentido filosófico. También nos une un común denominador -que se hizo explícito en esta reunión- que es desear una Argentina tecnológicamente desarrollada, que produzca avances científicos, que genere educación de calidad, que supere las frustraciones del pasado, que defienda sus valores culturales en la misma medida que su soberanía territorial, dicho esto por encima de los diferentes clivajes ideológicos o partidarios que pueda tener cada participante de RIO54. Y no es una cuestión solamente nacionalista, bien expresó Mario Lupo que para cambiar al planeta hace falta primero un cambio de conciencia y en ese cambio, que está por venir, los estudiosos de los ovnis -desde nuestro humilde lugar- podemos aportar algo al mundo científico del futuro.

Estuvieron en la reunión del Café Ufológico RIO54 de julio Alex Gómez, Luis Páez, Isidoro Markus, Daniel Postizzi, Aldo Barroso, Claudio Deluca, Luis Panigazzi, Alberto Portalet, Sebastián Araya, Horacio Sorbaro, Ema Buglio, María Alvarez, Silvia González, Marta Magliola, Miguel Arjona, María Olivera, Felix Di Lernia, Oleg Bakulin, Alejandro Linconao, Javier Stagnaro, Diego Cantiano, Hernán Saban, Mario Coen, Rigoberto Muñoz, Natalia Sericano, Alejandro Aucana, Iván Orenstein, José Fandi, Brigitte Mohr, Nelly Suárez, Carlos Durán, Alejandra Dapuero, Héctor Boetto, Mercedes Lazzaro, Guillermo Wasinski, Edgardo Stekar, siempre con la coordinación de Mario Lupo y Rubén Morales. Sabemos que éramos más y pedimos disculpas a quienes estuvieron y no recordamos sus nombres para mencionarlos aquí.

La próxima reunión del Café Ufológico RIO54 es el jueves 7 de agosto, a las 18,30, como siempre en Río de Janeiro 54, CABA. Recordamos que el Café de La Subasta no nos alquila el espacio ni se cobra entrada, por eso es importante que cada participante realice una consumición, lo que es norma en cualquier bar que se visite. Gracias.